
Contenidos
¡Alarma por la Superpoblación de Avispones Asesinos!
Un Peligro Creciente
El término «avispón asesino» capta la atención, evocando una amenaza exótica y real. Su origen se encuentra en la preocupación generada por la aparición y rápida expansión del avispón gigante asiático ( ) fuera de su hábitat natural. Este insecto, originario de Asia oriental y sudoriental, ha causado alarma por su gran tamaño, su agresividad hacia las abejas melíferas y el riesgo de su picadura para las personas. Pero un problema aún mayor se cierne: la superpoblación de reinas, lo que agrava significativamente el riesgo de una mayor propagación de esta especie invasora.
La Preocupante Superpoblación de Avispones Asesinos en Norteamérica
La superpoblación de avispones asesinos se ha convertido en una seria inquietud para Estados Unidos y Canadá. Recientemente, en 2024, se descubrió un nido en la Columbia Británica con una colonia de aproximadamente 500 avispones gigantes asiáticos, ¡de los cuales una alarmante cifra de 200 eran reinas! Esta especie, popularmente conocida como «avispón asesino» por su picadura potente (incluso mortal en casos de múltiples aguijonazos o reacciones alérgicas), representa una grave amenaza para los ecosistemas locales y la apicultura.
¿Qué Dicen los Expertos sobre la Superpoblación?
El entomólogo Sven-Erik Spichiger lidera un programa de monitoreo intensificado para controlar la invasión de estos insectos. El hallazgo de este nido con una cantidad tan significativa de futuras reproductoras, considerado uno de los más grandes detectados en los últimos años en la región, subraya la urgencia crítica de implementar medidas efectivas para prevenir su dispersión y establecimiento a largo plazo, especialmente ante la superpoblación de reinas.
Los avispones asiáticos gigantes, científicamente clasificados como (y en algunas áreas como ), son depredadores formidables que alcanzan la superpoblación rápidamente. Estas especies invasoras representan un grave peligro tanto para las colmenas de abejas melíferas como, potencialmente, para la salud humana. Esta especie invasora, que puede medir hasta cinco centímetros de longitud, es la avispa más grande del mundo y su presencia se ha confirmado en partes de Estados Unidos y Canadá, donde se ha establecido como una seria amenaza biológica.
A pesar de la justificada alarma que generan estos imponentes insectos y el riesgo que suponen para las poblaciones de abejas locales y los cultivos que dependen de su crucial polinización, su impacto directo en los humanos no suele ser tan letal como su temible apodo podría sugerir. Al igual que las avispas comunes, los avispones asiáticos gigantes generalmente evitan atacar a las personas, picando principalmente en defensa propia.
Sin embargo, si se sienten amenazados, especialmente cerca de sus nidos, pueden reaccionar de forma agresiva y propinar múltiples picaduras. Por esta razón, resulta crucial para la seguridad pública aprender a distinguir visualmente entre las avispas comunes y los avispones asiáticos, permitiendo así evitar encuentros peligrosos y reportar avistamientos a las autoridades competentes.
La elevada capacidad reproductiva inherente a una superpoblación de avispas reinas complica enormemente los esfuerzos de erradicación, una medida esencial para lograr un control efectivo de su proliferación. Una de las estrategias en prueba es la administración controlada de insecticida a obreras capturadas, que al regresar a la colonia actúan como portadoras del tóxico, distribuyéndolo dentro del nido, incluyendo a las valiosas reinas, para combatir la superpoblación.
En la Península Ibérica, aunque la especie no está establecida, anualmente se identifican nidos de otros avispones invasores, siendo Galicia una de las regiones con mayor incidencia. Paralelamente, en el estado de Washington (EE.UU.), investigadores y autoridades han mantenido la alerta desde la primera detección confirmada de a finales de 2019, expresando una creciente preocupación por su potencial peligrosidad y su impacto negativo sobre la biodiversidad nativa.
En el ecosistema de Norteamérica, el avispón asiático gigante ha sido clasificado como una especie invasora de alta prioridad debido a su notable capacidad de expansión territorial y la significativa amenaza que representa para las especies locales, con un impacto particularmente devastador en las colonias de abejas melíferas. Estos avispones depredan activamente a las abejas adultas y las desmembran para alimentar a sus larvas.
También invaden las colmenas para consumir las larvas y pupas de las abejas, diezmando las poblaciones en poco tiempo, exacerbando la ya crítica situación de las abejas, marcada por un preocupante declive poblacional atribuido a factores como la contaminación ambiental, el uso extendido de pesticidas y la pérdida de hábitats naturales. La introducción de un depredador tan eficiente y agresivo como el avispón asiático podría exacerbar esta ya delicada crisis, con consecuencias negativas de gran alcance para la polinización de cultivos agrícolas y el mantenimiento del equilibrio ecológico en general.
El avispón asiático gigante ( ), el tristemente célebre «avispón asesino», se distingue por su considerable tamaño, alcanzando aproximadamente cinco centímetros de longitud. Presenta una cabeza grande de un característico color naranja, adornada con ojos prominentes, y un abdomen llamativamente marcado con franjas alternas de color negro y amarillo. Más allá de suponer una grave amenaza para las poblaciones de abejas locales, esta especie es responsable de un número significativo de fallecimientos anuales en Japón, su área de distribución nativa, estimándose alrededor de cincuenta muertes.
Su picadura posee una toxicidad considerable, tal que incluso en individuos sin alergias preexistentes, múltiples picaduras pueden acarrear consecuencias fatales debido a la cantidad de veneno inyectado. En Estados Unidos, el Departamento de Agricultura del estado de Washington registró la primera detección confirmada de este avispón en diciembre de 2019.
Aunque su ciclo de vida se inicia en abril, con la emergencia de las reinas tras la hibernación invernal, los avistamientos tienden a incrementarse durante esta época del año. Los meses comprendidos entre finales del verano y el otoño se consideran los más peligrosos, ya que es cuando estos insectos intensifican su actividad de caza de abejas, con el objetivo de acumular proteínas esenciales para el desarrollo de las futuras reinas que pasarán el invierno, antes de que se inicie un nuevo ciclo vital en la primavera siguiente. Aunque generalmente no muestran una agresividad espontánea hacia los humanos, sus aguijones son notablemente largos y potentes, capaces incluso de penetrar los trajes de protección utilizados por los apicultores, lo que subraya la necesidad de precaución y equipos de protección adecuados, especialmente ante la amenaza de la superpoblación.
Para obtener información más detallada y actualizada sobre la problemática de la superpoblación de reinas de esta especie invasora, no dude en contactarnos.
