La miel es el tercer producto más adulterado del mundo
Entre los engaños más frecuentes están el mezclar la miel con otros siropes, con azúcar o vender mezclas de miel falsificada con miel europea de alta calidad. Las conclusiones de un reciente informe de la Unión Europea reflejan que el 20% de las mieles importadas son fraudulentas, ya que no respetan los estándares de calidad europeos, y que este alimento es el tercer producto más adulterado del mundo.
Para reforzar el apoyo al sector de la apicultura europea y atajar este problema que lleva a la caída de los precios y plantea dudas sobre la protección del consumidor, el Parlamento Europeo presentó el pasado 23 de enero un informe. El documento reclama incrementar la financiación de los programas nacionales apícolas y medidas para proteger las razas de abejas locales y regionales. En este documento también se expone la necesidad de prohibir los pesticidas dañinos, aumentar la investigación y fomentar los programas de reproducción para
mejorar la salud de estos insectos.
El texto también pone de relevancia la mejora de los análisis de la calidad de la miel y la intensificación de las las inspecciones sobre los productos importados para evitar que los productos adulterados lleguen a nuestros mercados. También exigen que la etiqueta incluya, de forma obligatoria, información sobre el lugar de origen de la miel en cuestión.
La polinización de las abejas en riesgo por el uso de pesticidas
Las abejas juegan un papel fundamental en la perpetuación de las especies vegetales y la producción de muchos alimentos. Sin embargo, existen evidencias de que el número de colonias de abejas ha disminuido en los últimos años debido a diversos factores relacionados con la agricultura intensiva, el uso de ciertos pesticidas, déficits nutricionales, enfermedades causadas por agentes biológicos o el cambio climático.
Precisamente en un reciente informe, la EFSA ha confirmado que el empleo de ciertos agroquímicos , los pesticidas neonicotineidones , representa un riesgo para los polinizadores silvestres y las abejas de la miel. Ante estas rotundas evidencias, la Comisión Europea y los estados miembros tendrán que adoptar las correspondientes medidas correctoras.