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Reserva de Polen
Esencial en la colmena
Las abejas como cualquier ser vivo necesitan una buena alimentación basada en una dieta equilibrada. De esto dependerá el rendimiento y la sanidad de la colonia. Por ello es fundamental conocer que la dieta natural de la abeja se basa en el consumo de miel (aproximadamente un 80%) y de polen (alrededor del 20%). A partir de ahí sabemos que la dieta por naturaleza de las abejas la caracterizan los siguientes valores nutricionales:
Componente | % De aporte en la miel | % De aporte en el polen | Total |
Hidratos de carbono, azúcares | 64 | 7 | 71% |
Proteínas | – | 4 | 4% |
Grasas | – | 1,2 | 1,2% |
Minerales | 0,4 | 0,4 | 0,8% |
Fibra | – | 1 | 1% |
Agua | 14,4 | 8 | 22,4% |
Estos serían los valores nutricionales que por naturaleza la abeja asimila. El problema de esta tabla es que no podemos preparar un pienso con está composición. ¿Por qué? Por el riesgo alto de fermentación que tendría al juntar líquidos (22,4% de humedad) y proteinas (un 4% en este caso). Sabemos que a partir de un 20% de humedad y temperaturas > 20º crecen las levaduras y por ende el riesgo de fermentación. Por lo tanto deberemos de, o bien rebajar la humedad por debajo de un 15% o hacer dos piensos diferentes.
Normalmente, cuando se habla de la necesidad de dejar alimento suficiente para la invernada lo primero que se piensa es en reservar panales con miel. En su defecto, recurrimos al jarabe hecho con azúcar y agua.
En cambio, no se presta ninguna atención al polen que le queda a la colmena. Esta observación esta referida principalmente, tanto para la invernada como para el inicio de la próxima temporada (primavera), que es cuando las abejas comienzan nuevamente a aportar, tanto néctar como polen y la reina reinicia la postura.
Revisiones
Primavera
Es sabido que en la primavera es cuando se producen grandes desequilibrios en las colmenas, principalmente debido al clima tan cambiante que tiene esta estación. Por lo tanto, como todos sabemos que el polen es un alimento indispensable para las crías, y si no se presta la debida atención a este aspecto, se corre el riesgo de provocar carencias no deseadas en primavera, con el consabido atraso en el desarrollo de las colmenas.
Otoño
El apicultor sabe que al hacer la revisión otoñal, es probable que encuentre colmenas que no cuenten con suficiente reserva de polen, y por tal motivo, deberá compensar ese déficit, para no tener problemas ulteriores; y es el momento donde se debe recurrir a sustitutos de polen.
Preparación del Jarabe
Artificial
Al respecto, existen dos formas de compensar dicha carencia: la primavera es adquiriendo productos elaborados por laboratorios especializados, pudiendo suministrarse los mismos tanto en estado puro como en jarabe.
Casero
La segunda forma es haciendo una preparación casera a base de harina de soja desgrasada, teniendo en cuenta que este producto es un importante proveedor de proteínas, tal como es el polen de flores. A modo de ejemplo, citare una preparación para realizar 35 dosis, la misma lleva:
½ Kg de harina de soja desgrasada.
½ Kg de levadura de cerveza deshidratada.
½ Kg de leche en polvo desengrasada.
Presentación final
Se mezclan con un jarabe preparado con 10 Kg de azúcar en 5 litros de agua. Dejar en reposo toda la noche y luego se divide en trozos de medio kilogramo cada uno, envolviéndolos en papel untado con mantecado o grasa. A continuación se le hacen varias perforaciones en distintas partes y se colocan a razón de un trozo por colmena sobre los cabezales de los cuadros de la cámara de cría o en su defecto, en un recipiente sobre el piso de la colmena.
Suspensión de Aporte
Esta tarea de verificación de reserva de polen, se hace en esta época, y también cuando se comienza a realizar las primeras revisiones de primavera: lógicamente, también cuando se aprecia que el aporte natural del polen es lo suficientemente continuo y abundante, se suspende la alimentación artificial.