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Soporte anti hormigas okupas
Anti-okupas
El soporte anti hormigas okupas para colmenas en Brasil es, entre todas las trampas, marcas, materiales, etc., el complemento de protección para colmenas más necesario.
Más que hormigas okupas yo diría que son como escorpiones de color rojo, su distintivo de peligro.
Necesario para todos los apiarios, sea cual sea la latitud en dónde se encuentre nuestro colmenar, siempre hay algún modelo preferido dependiendo del país.
También influirá en la elección del Soporte anti hormigas okupas para colmenas la fauna e insectos que pululen por los alrededores.
Y a todos los apicultores nos gusta comentar y relatar nuestras aventuras en el colmenar. Compartir las nuevas técnicas o los inventos que hayamos puesto en marcha con buenos resultados.
De los otros inventos, los fracasados o menos exitosos, mejor hablamos otro día.
Apicultor Brasileño
Recientemente mantuve una conversación con mi buen amigo Baltazar O. Ferreira. Se trata de un apicultor brasileño con el que contacté por Internet durante mi estancia en Palmas, Tocantins, Brasil.
Entre 2010 y 2016 estuve en Brasil para echar a andar un ambicioso proyecto apícola que se vio truncado a las primeras de cambio.
No había contado con la agresividad de la abeja africanizada, a lo que se sumaba los insoportables y continuos 30ºC, día y noche, con bochorno y una extrema humedad ambiental que casi nunca desciende del 90%.
Cegaron mi entendimiento la hiperactividad en el apiario, las abejas corrían como hormigas en día tormentoso atravesando de un lado a otro de la colmena sobre cada uno de los 10 largueros de cada panal, y las varias cosechas anuales que producían a causa del clima tropical.
Soporte Anti hormigas
Como estaba escribiendo, mi amigo Baltazar me envió unas fotografías de su sistema de defensa colocando bajo la colmena un soporte anti hormigas okupas. Un tipo de soporte anti hormigas okupas para sus colmenas, situadas en el SITIO CASCATINHAS RONCADORAS, Sao José dos Campos – SP, que impedía el acceso a cualquier intruso.
Este sistema es mucho más sofisticado que el utilizado en España, comentado en una entrada anterior de este blog, consistente en unas simples botellas de plástico cortadas y rellenas de algún líquido.
Esta complicación de colocar soporte anti hormigas okupas es absolutamente necesaria para combatir a la hormiga brasileña, mucho más grande y agresiva que nuestra «dócil», molesta y negra, hormiga común europea.
La hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta) es una de las más de 280 especies del género de hormigas Solenopsis. Por lo tanto son himenópteros y, junto con abejas y avispas, son una familia de gran interés en Alergología ya que cuentan con un veneno similar.
La Solenopsis invicta es originaria de Sudamérica, en concreto se ubican sus primeras colonias en Brasil, al sur de la selva amazónica. A pesar de ello se ha convertido en una plaga en América Central y del Norte, como el sur de Estados Unidos.
También se ha convertido en una plaga en Australia y en distintas zonas de Asia. Por suerte, y de momento (1), no tenemos esta especie en Europa. Aunque, si vives o vas a viajar a alguno de esos continentes, te lo digo por experiencia propia, ¡ten mucho cuidado con ellas!
La Solenopsis invicta es conocida por tener una dolorosa y persistentemente irritante picadura, muy pruriginosa, que a menudo deja en la piel una vesícula rellena de un líquido de aspecto similar al pus (aunque no suele infectarse si no se rompe).
Por supuesto, para defenderse utiliza sus mandíbulas, y tiene una mordedura fuerte. Pero no es a eso a lo que nos referimos cuando hablamos de picadura: tiene un aguijón retráctil en el extremo distal de su abdomen.
Con el afilado estilete inyecta un veneno que contiene una mezcla de alcaloides naturales derivados de la piperidina.
Muestra una potente actividad tóxica, hemolítica y necrotizante que causa tanto el dolor como la formación de esa especie de pústulas blancas que suelen aparecer un día después de la picadura.
Además de esa sustancia, el veneno contiene una solución acuosa de proteínas, péptidos, y otras pequeñas moléculas, y puede desencadenar una reacción alérgica en individuos sensibles.
Son una plaga para el ser humano, no sólo por el dolor físico que su picadura puede infligir y las consecuencias de la misma sobre los animales de granja.
Cuando pican muchas de forma simultánea, cosa frecuente si consideran su nido amenazado, pueden causar la muerte de animales pequeños, como aves de corral. Además la construcción de los montículos de sus hormigueros puede dañar las raíces de las plantas, con la consiguiente pérdida de cosechas, e interferir en los cultivos mecanizados.
Aunque sus picaduras raramente constituyen una amenaza para la vida de las personas y de animales grandes, sabemos que pueden causar la muerte por reacción anafiláctica en casos de alergia a su veneno.
Que la naturaleza es justa y sabia lo sabemos. Por ello, a gran depredador le corresponde otro de semejante porte y agresividad. Es la lucha por la supervivencia pura y dura.
(1): Remarco «de momento» porque, tiempo al tiempo, todo llegará, pues tampoco teníamos avispa asiática, y en un birli birloque y, por arte de la globalización, ya está aquí esta especie invasora.