-Para practicar con éxito la producción intensiva de miel deberemos ayudar a las colmenas huérfanas aportando cuadros de puesta, realeras o una reina fértil.
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-Dispersar una colonia anormal para conseguir deshacer una colmena improductiva y disgregar su población dentro de nuestro colmenar.
-Preparar jarabe y candi para distribuirlos y potenciar de esta forma a su población y contribuir a la producción intensiva .
-Comprobar el efecto del bloqueo artificial de la puesta. Colocar una colmena sobre la báscula, dejarla huérfana, seguir las variaciones de su peso.
-Comprobar, también, el bloqueo natural sobre espliego y, a veces, sobre el romero o sobre otras plantas.
-Montar una colmena con dos reinas, un plan Demarée, un método Snelgrove. No temer los fracasos si se observan las indicaciones clásicas.
-Examinar un separador Snelgrove, un elemento de rascacielos Dugat-Standard. Buscar sus ventajas particulares.
-Ensayar reuniones de colonias en verano. Comparar los rendimientos de las colonias reunidas y de las colmenas aisladas.
-Practicar el método 60. Compararlo con otras técnicas en lo concerniente a material necesario, trabajo que ocasiona y resultados.
-Evaluar, a partir de la extensión de puesta, el número de abejas que, tres semanas más tarde, poblarán una pila de colonias reunidas.
-Seguir, mediante medidas periódicas, la evolución de la extensión de la puesta en las colonias no divididas, en las divididas y en los enjambres; trazar los gráficos, interpretarlos.
-Estimar el número de huevos, de larvas, de ninfas y abejas en una colonia.
-Establecer las relaciones numéricas entre abejas y larvas en las colonias pequeñas y fuertes.
RECAPITULACIÓN Y COMPLEMENTOS
I. Principios
A) El problema
Obtener más miel por colmena:
1. La producción intensiva de miel consiste en aumentar la producción total de cada colonia sin preocuparse de saber si esta producción está destinada al apicultor (miel excelente) o a las abejas (miel de mantenimiento). El balance de un colmenar muestra que la colonia que le produce 20 kilos de miel al apicultor también utiliza 40 kilos para abastecer las necesidades de un ciclo completo de su evolución anual.
2. La producción intensiva es, también, la reducción del consumo por larvas y adultos con el fin de disminuir la parte de miel de mantenimiento en provecho de la miel denominada de excedente. Si la ración de mantenimiento se disminuye hasta cero, toda la miel será recolectada; una colonia media produciría 60 kilos.
B) Los datos
Conocimientos anteriores
1. Producir más supone un mayor número de obreras y un trabajo más intenso de las abejas.
a) El número de abejas aumenta si, a partir del comienzo de la puesta, muchas series de obreras se suceden, siendo cada una de ellas más abundante que la precedente, hasta el momento de la secreción nectarífera máxima.
b) A este conocimiento esencial conviene unir un segundo que precisa su alcance: la cría es más intensa en las colonias pobladas con menos de un kilo de abejas. En tales poblaciones se pueden encontrar 3,85 larvas por una abeja adulta, mientras que las colmenas que poseen de 3 a 4 kilos de abejas la actividad de cría baja hasta ser la proporción de una larva por obrera adulta.
En consecuencia, en primavera, criaremos pequeñas colonias si queremos producir abejas.
c) El rendimiento de una colonia aumenta si, a partir del comienzo de la puesta, si se le ofrece más néctar a pecorear; éste es el fin de la trashumancia. Se aumenta también si se promueve el acrecentamiento de la actividad comprobada en las poblaciones numerosas.
_
FARRAR ha encontrado que 1.000 abejas producen tanta más miel cuanto la población a que pertenecen es más abundante; así, tomado de este autor:
15.000 abejas producen una cantidad de miel representada por 1.
30.000 abejas producen 1 X 2 X 1,36
45.000 abejas producen 1 X 3 X 1,48 y
60.000 abejas tienen un rendimiento de 1 X 4 X 1,54.
_ Muchos investigadores han establecido una relación directa entre la cantidad de puesta de una colmena y la cantidad de miel recolectada de esta colmena.
Esta comprobación, extremadamente importante, constituye la ley del rendimiento en miel, que se puede enunciar como sigue:
En igualdad de condiciones, la cantidad de miel producida por las colonias de abejas resulta ser proporcional a la superficie de puesta medida un mes antes.
_ Por su parte,
LECOMTE escribe en el tratado de biología de la abeja: el porcentaje de pecoreadoras es tanto mayor cuanto la población total de una colmena es más grande.
En consecuencia, en verano, dispondremos de colonias fuertes si queremos producir muchas miel.
2. Consumir menos exige una restricción de las raciones individuales o una reducción del número de abejas. Es difícil reducir el consumo de las abejas, salvo suprimiendo estas abejas cuando la estación de la pecorea ha pasado.
3. El apicultor que quiere producir mucho debe, pues, poseer numerosas pecoreadoras. Quien quiera economizar miel de mantenimiento debe guardar pocas abejas. Estos dos datos, inconciliables en apariencia, pueden tener lugar si la actividad de las colmenas se dirige hacia el acentuamiento de la evolución natural de las colonias.