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Cursos de Pregrado y Postgrado
Aprendizaje
En el mundo de la apicultura, al igual que en cualquier otro arte o actividad de la vida, la formación y educación para la adquisición de conocimiento y experiencia a través de todos los medios a nuestro alcance, es totalmente necesario si nuestro objetivo y empeño es mejorar y progresar en nuestro trabajo o afición.
En mi humilde opinión de apicultor tradicional, cualquier Curso, Grado o Posgrado de Apicultura y Meliponicultura, así como cualquier curso posterior que se realice, puede ser muy interesante para todos aquellos curiosos, apasionados por la naturaleza, apicultores profesionales o aficionados, que deseen tener un conocimiento teórico más concienzudo del mundo apícola, en dónde la abeja sea la compañera y socia del apicultor.
Experiencia
Según mi propia experiencia, tras más de 10 años como Apicultor en España y durante los 6 años que viví en Brasil intentando aproximarme a la apicultura tropical para aplicar en Brasil mis conocimientos como apicultor español acostumbrado a tratar con la apis mellifera, comprendí la dificultad que supone trabajar con la abeja africanizada, mal llamada abeja asesina, pues así como un perro muerde porque está en sus genes, las abejas están programadas para atacar y picar si necesitan defenderse.
Híbrido
Se trata ésta, la africanizada, de una hibridación entre la abeja europea (apis mellifera mellifera), mansa y laboriosa, traída por los padres jesuitas, y la apis mellifera scutellata, de raza africana. La abeja africana (Apis mellifera scutellata) es una subespecie de abeja doméstica. Es original de África meridional, central y oriental.
Genetista
Esta raza fue introducida en Brasil en 1956 por Warwick Estevam Kerr, considerado uno de los mejores genetistas brasileños y especialista en abejas del mundo. Los híbridos producto del cruzamiento con la abeja europea son los que denominamos abejas africanizadas.
Agresividad
Se trata de una abeja con un comportamiento defensivo muy agresivo que ha causado y causa muertes de seres humanos y animales.
Es por esta hibridación, este cruce de abejas con distintos temperamentos y diferentes procedencias, que la apicultura en Brasil y otros países tropicales de la zona en los que se trabaja con la abeja africanizada, es tan poco amada y practicada.
Riesgos
Se puede decir que es una practica diferente de la apicultura y de riesgo, basada en la rapiña. Yo mismo lo comprobé en el asentamiento de apicultores de Taquaruçu, lugar próximo a la ciudad de Palmas, capital del estado de Tocantins en Brasil.
Catástrofe
Se basa en la expulsión de las abejas de sus colmenas mediante fuego y humo, y la posterior cata y castración de los panales de miel cortando los mismos.
Abejeros
Puede decirse por todo ello que muchos de los trabajadores de esas explotaciones son simples «abejeros» sin ningún tipo de formación apícola y ningún otro interés que realizar la faena lo antes posible para alejarse de lugar tan hostil habiéndose ganado el jornal.
Haciendo honor a la verdad yo sería el primero que en sus carnes y condiciones también les imitaría e intentaría salir de allí pitando.
Sin embargo, he de decir que, aún siendo la africanizada una abeja agresiva con el cuidador apícola y todo el que se cruce en su camino, en el trato cara a cara y mostrando la decisión propia de un apicultor, cuando te enfrentas a ella, se comportan de un modo similar a las abejas europeas, vamos, que no es tan fiero el león como lo pintan.
Es más cuestión de ser decidido, tener arrojo, pericia y trabajar con cariño, que de valentía.
Es una especie que se deja cuidar en largo, como se suele decir, mírame y no me toques. Cuando abras la tapa descubrirás unas abejas similares a las europeas pero más amarillas, más nerviosas y corriendo desbocadas encima de los largueros de los marcos, como hormigas en la entrada de su hormiguero.
Ese es el momento de alejarte ya que temerás un ataque repentino y masivo.
Posteriormente, en la siguiente estación, este espacio u otro aledaño podrá volver a ser colonizado por otro enjambre africanizado que se instalará y reconstruirá la colmena para dejarla como si nada hubiera ocurrido.
Meliponicultura
La meliponicultura es la crianza de las abejas meliponas o abejas sin aguijón (tribu Meliponini). Tan sólo en caso de que se críen abejas del género Apis se denomina apicultura.
La meliponicultura es una actividad creciente en la medida que investigadores recientemente describen el ciclo de vida de otras especies de abejas sin aguijón.
Cabe destacar que la meliponicultura no es, como la apicultura, una práctica donde las abejas explotadas pertenezcan a una o dos especies. En la meliponicultura se utilizan en la producción a cientos de especies diferentes; este es el motivo de la diversidad tanto en colmenas como metodologías.
Podríamos decir que los meliponicultores de cada región tropical o subtropical adecuan su prácticas de producción a la especie de abeja que manejan, motivo por el cual hay menos homogeneidad en los métodos.
La extracción de la miel difiere de la que se da en la apicultura, que trabaja siempre con panales. Como en la meliponicultura las abejas acopian la miel en ánforas, y éstas, obligatoriamente, serán rotas o trituradas para extraer el producto, aunque también se puede extraer con jeringuillas conservando las ánforas.
La práctica está muy extendida en los países tropicales, especialmente en Centroamérica y Brasil, donde los aborígenes las cultivaron por miles de años (Mayas y Nahuas).
Meliponarios de cientos de colonias de la especie Melipona beecheii suministraron miel y cera para su exportación a Europa durante varios siglos.
La meliponicultura no sólo es interesante para la producción de miel o cera. Estas abejas tienen potencial como polinizadores naturales entre otros muchos aspectos.
Las abejas Meliponas producen y almacenan en sus nidos miel, polen, propóleos y cera. La miel de estas abejas es en general, más liquida que la de Apis mellifera, cristaliza menos, tiene una utilización ligada mayormente a fines medicinales que alimenticios.
La producción de kilos por colmenas es 4 o 5 veces menor que la de las abejas del género Apis. La extracción de la miel difiere de la que se da en la apicultura, que trabaja siempre con panales.
El propóleos se utiliza en algunas regiones como pegamento. La cera es útil para la fabricación de velas.
Algunas ventajas de la Meliponicultura
- Bajo costo de implementación, mantenimiento, equipos e insumos. El «pie de cría» inicial puede obtenerse directamente del medio y, posteriormente, multiplicarse en cautiverio; se requieren pocas herramientas de manejo y pueden utilizarse materiales locales para la construcción de colmenas y meliponarios.
- Baja inversión en tiempo y mano de obra; el cuidado de meliponarios puede ser realizado por cualquier miembro de la familia.
- Fuente de ingresos complementaria y que interfiere con otras actividades productivas.
- Docilidad y fácil manejo. Las colmenas pueden mantenerse cerca de la casa sin riesgo.
- Sostenible ambientalmente, además de prestar servicios ambientales a los agro ecosistemas a través de la polinización.
- Productos reconocidos, con gran demanda local y precio elevado.
- Otro potencial muy importante de la meliponicultura es su utilización en la polinización dirigida de cultivos. Algunos beneficios agronómicos de la polinización incluyen, entre otros, el mejoramiento en la calidad de los frutos e incrementos en la producción.
Abejas africanizadas y Abejas Meliponas
Las abejas africanizadas y las abejas Meliponas en Brasil representan dos aspectos muy diferentes de la apicultura y la biodiversidad. Las abejas africanizadas, también conocidas como “abejas asesinas”, son el resultado de la hibridación entre las abejas africanas (Apis mellifera scutellata) y las europeas (Apis mellifera). Fueron introducidas en Brasil en 1956 y se han adaptado bien al clima tropical, volviéndose dominantes en la región.
Por otro lado, las abejas Meliponas son nativas de Brasil y son conocidas por no tener aguijón. Brasil posee la mayor diversidad de abejas sin aguijón en el mundo, con más de 300 especies registradas. Estas abejas son cruciales para la polinización de plantas, incluidos cultivos agrícolas, y su apicultura ayuda a conservar el bosque y restaurar áreas utilizadas en su actividad.
Sin embargo, la agricultura basada en monocultivos y el uso intensivo de pesticidas están amenazando a las poblaciones de abejas nativas, incluyendo las Meliponas. Los estudios muestran que los pesticidas afectan más intensamente a las abejas sin aguijón que a las abejas Apis mellifera. La apreciación y conservación de las abejas Meliponas están en aumento, ya que los productos derivados de estas, como la miel, el propóleo, el polen, la cera y la jalea real, son valorados no solo por sus beneficios ambientales sino también por su uso en la alta cocina.