Una Historia de miles de pequeñas criaturas

Cuando pensamos en un mapa mundial, solemos ver países, montañas, ríos… pero ¿alguna vez te has parado a pensar en un mapa que nos muestre dónde viven las distintas especies de abejas? ¡Pues resulta que existe! Y es fascinante, porque nos revela secretos sobre la vida de estos importantísimos polinizadores.

Aunque a veces solo nos vengan a la cabeza la típica abeja melífera o los simpáticos abejorros, la realidad es que el mundo de las abejas es ¡enorme! Se estima que hay más de 20.000 especies diferentes revoloteando por ahí. Eso sí, tener datos precisos de dónde vive cada una de ellas a nivel mundial es todavía un desafío.

Pero, ¡buenas noticias! Unos investigadores de la Universidad Nacional de Singapur se pusieron manos a la obra para crear un mapa mundial que nos diera una idea de dónde se encuentra la mayor variedad de abejas. Para hacerlo, hicieron algo muy inteligente: juntaron la lista más completa que existe de todas las especies de abejas conocidas con muchísimos registros de avistamientos que la gente ha compartido. Imagínate, ¡casi seis millones de datos! Al combinar todo esto, lograron pintar un cuadro de dónde podemos encontrar estas pequeñas trabajadoras en todo el mundo.

Sorpresas del Norte y los Desiertos

Y aquí viene lo curioso: el equipo de investigación descubrió que hay más tipos de abejas en el hemisferio norte que en el sur. ¿Te lo esperabas? ¡Yo tampoco! Pero la cosa no acaba ahí. Resulta que la diversidad de abejas es mayor en lugares secos y templados que en los trópicos, esas zonas con mucha humedad y una vegetación exuberante.

Como decía John Ascher, uno de los investigadores, «La gente piensa que las abejas son solo las abejas melíferas, los abejorros y tal vez algunas otras, pero hay más especies de abejas que de aves y mamíferos combinados». ¡Es increíble la cantidad! Y parece ser que Estados Unidos se lleva la palma en cuanto a número de especies. Aunque también hay grandes áreas de África y Oriente Medio que esconden una gran diversidad, ¡quizás incluso mayor que la de las zonas tropicales!

Cuando las Abejas Van a Contracorriente

En la naturaleza, muchas plantas y animales siguen un patrón bastante común: cuanta más cerca del ecuador, más variedad de especies hay, y al alejarnos hacia los polos, esa variedad disminuye. Es lo que se conoce como gradiente latitudinal.

Pues bien, las abejas son un poco rebeldes y no siguen esta regla al pie de la letra. Resulta que tienen más especies concentradas lejos de los polos y menos cerca del ecuador. A este patrón se le llama gradiente latitudinal bimodal. ¡Son únicas hasta en eso!

Otra sorpresa es que hay menos tipos de abejas en los bosques y selvas que en los áridos desiertos. ¿La razón? Parece ser que los árboles no ofrecen tantas fuentes de alimento para las abejas como las plantas bajas y las flores que podemos encontrar en otros entornos.

Michael Orr, otro de los investigadores, lo explica así: «Cuando llueve en el desierto, se producen unas floraciones masivas e impredecibles que pueden cubrir literalmente toda la zona. Hay mucha más rotación en el desierto debido a la irregularidad de los recursos de un año para otro. Así que hay mucho potencial para nuevas especies allí». ¡La vida se abre camino de formas asombrosas!

Para crear estos mapas tan reveladores, Ascher y su equipo compararon los datos de dónde se había encontrado cada especie de abeja con una lista enorme de más de 20.000 especies que el propio doctor Ascher había recopilado y que está disponible online en un portal llamado DiscoverLife.org.

Juntando las Piezas del Puzzle

Al cruzar diferentes bases de datos que se complementaban entre sí, lograron obtener una imagen mucho más clara de cómo se distribuyen las muchísimas especies de abejas en las distintas partes del mundo.

Este mapa es un primer paso muy importante para poder entender dónde viven las abejas y también para evaluar si sus poblaciones están disminuyendo. Como señala Ascher, «Estamos extremadamente interesados en la abundancia de abejas, pero eso es algo que debe hacerse en relación con una línea de base. Estamos tratando de establecer esa línea de base. Realmente no podemos interpretar la abundancia hasta que entendamos la riqueza de especies y los patrones geográficos».

Aunque algunos investigadores, como Charles Michener, ya habían intuido algunos de estos patrones, era difícil confirmarlos por la falta de datos precisos, incompletos o difíciles de encontrar. ¡Imagínate el trabajo de «limpiar» toda esa información!

Alice Hughes, otra de las autoras del estudio, comenta: «Me sorprendió lo terrible que era realmente la mayoría de los datos globales anteriores sobre la diversidad de las abejas. Muchos de los datos eran demasiado irregulares o estaban demasiado concentrados en un pequeño número de países que han priorizado el intercambio de datos para poder utilizar estos recursos para cualquier análisis a gran escala». ¡Un gran reto superado por este equipo!

Un Futuro con más Abejas

Aunque todavía nos queda mucho por aprender sobre qué es lo que hace que haya más o menos tipos de abejas en cada lugar, el equipo de investigación espera que su trabajo sirva de ayuda para proteger a estos polinizadores tan importantes a nivel mundial.

Como recuerda Hughes, «Muchos cultivos, especialmente en los países en desarrollo, dependen de especies de abejas nativas, no de abejas melíferas. No hay suficientes datos sobre ellos. Por lo que proporcionar una línea de base sensata y analizarla de manera sensata es esencial. Y más si vamos a mantener tanto la biodiversidad como los servicios que estas especies brindan en el futuro».

Para los autores, esta investigación es solo el principio de un camino hacia una comprensión mucho más completa de la diversidad global de las abejas. Una base sólida para futuras investigaciones que profundicen aún más en el fascinante mundo de estos pequeños insectos.

Si te interesa saber más sobre este mapa mundial de las especies de abejas, ¡no dudes en preguntar!