Un apicultor sabe que el verano es una época de gran actividad en el colmenar. Para garantizar una cosecha exitosa y la salud de sus colonias, hay ciertas tareas de verano en las colmenas que son cruciales. A continuación, exploraremos en detalle estas labores, esenciales para cualquier apicultor en España, y cómo prepararse para una mielada repentina, especialmente ahora que estamos a pocas fechas del verano.

Tareas Cruciales de Verano para el Apicultor Español

El verano es sinónimo de trabajo incesante en el colmenar. Nuestras abejas, incansables, se afanan en la recolección, y nosotros, los apicultores, debemos estar a la altura para garantizar la prosperidad de nuestras colonias. Las tareas de verano en las colmenas son la piedra angular de una buena temporada.

Sopesado: El Pulso de la Colmena

El primer contacto con una colmena en verano a menudo comienza con un simple gesto: sopesarla. Al levantarla ligeramente desde atrás, podemos estimar el volumen de miel y polen almacenado, lo que nos da una idea del espacio disponible y de la necesidad de una intervención. En los grandes colmenares, una inspección de una de cada diez colmenas, incluyendo pesadas de tipos medio y ligero, complementa el sopesado y precisa el estado general.

Un pesado exacto, que se puede realizar con un peso de mano (como este modelo disponible en Amazon: Enlace a un peso de mano en Amazon.es), nos ofrece una información invaluable. Esta práctica válida nuestras observaciones sobre la intensidad del pecoreo y la evolución de la secreción de néctar. Si notamos que varias colonias aumentan de peso, pero algunas se estancan o disminuyen su actividad, es una señal inequívoca: los debemos inspeccionar a fondo para detectar problemas como la enjambrazón, enfermedades o un cambio de reina, y, por supuesto, ponerles remedio con celeridad.

Inspecciones: Ojos Atentos al Colmenar

Las inspecciones son otro de los pilares de las tareas de verano en las colmenas. Una vez que hemos colocado la primera alza, lo ideal es no abrir la colmena a menos que haya indicios claros de enfermedad o algún percance. La inspección más sencilla consiste en levantar la entretapa y evaluar a primera vista el estado del alza: ¿está desocupada, a medio ocupar o casi llena? Los cuadros estirados o encerados, colocados en lugares específicos (como el 2, 4, 7 y 9) en todas las alzas, nos revelarán la capacidad de las abejas para obrar y la urgencia de añadir una nueva alza.

Para las colmenas trashumantes, aquellas que se desplazan 50 o más kilómetros de nuestro domicilio, las inspecciones suelen ser quincenales o mensuales. El intervalo varía según los informes de otros apicultores de la zona y los datos meteorológicos. Además, y como hemos mencionado, podemos colocar un alza sobre cuatro hojas de periódico (con cera estampada o estirada, preferiblemente esta última en primavera y solo encerados en verano por la Tiña de Verano) que las abejas ocuparán y estirarán si, ¡qué agradable sorpresa!, se desata una mielada inesperada y abundante.

Prevención de la Barba: Evitando el Estrés en la Colmena

Una de las tareas de verano en las colmenas que no podemos obviar es la prevención de la barba. Las colmenas que «hacen barba» (un racimo de abejas amontonadas en la entrada) están indicando una cosa: o van a enjambrar, o les falta ventilación. Esta reacción de asfixia nunca debería producirse. El remedio definitivo es aumentar el tamaño de la piquera. De forma provisional, podemos levantar el cuerpo de la colmena deslizando un calzo o una pequeña piedra entre este y el basamento fijo. Un apicultor avezado sabe que, a pleno sol y orientadas al sur, las abejas no harán barba si la piquera ocupa todo el frente de la colmena, con una altura de 1,5 a 2 cm.

Supresión de Colmenas Defectuosas: Gestión Eficiente del Apiario

En el arte de la apicultura, la supresión de colmenas defectuosas es una de las tareas de verano en las colmenas fundamentales para la gestión eficiente del apiario. Las colonias improductivas sin una razón justificada (como un enjambre tardío, enfermedad o accidente) deben ser «suprimidas», lo cual no implica una pérdida de abejas, cuadros o provisiones. Se emplean dos métodos principales:

• La dispersión: Se aplica principalmente en primavera. Consiste en trasladar los cuadros de puesta y provisiones de la colmena defectuosa, con las abejas que los acompañan, a otras colmenas sanas del apiario, reforzándolas. Esta operación se realiza sin problemas durante la mielada. Fuera de estos periodos, con abejas menos dóciles, es preferible hacerlo al mediodía, introducir solo un cuadro y ahumar abundantemente o rociar con jarabe la colmena receptora y el cuadro introducido. No es necesario buscar a la reina defectuosa, ya que desaparecerá en la colmena receptora.
• La reunión: Es más ventajosa en verano y consiste en agrupar dos colonias: una débil que se une a otra fuerte. Durante la mielada, se coloca la colonia a suprimir sobre la fuerte (previamente ahumada), separándolas con dos hojas de periódico. Es crucial no dejar entrada propia a la colmena superior; su reina desaparecerá y sus abejas saldrán por la piquera inferior. Fuera de la mielada, esta operación es desaconsejable, pero si es inevitable, se deben tomar precauciones como ahumar enérgicamente, separar las poblaciones con tres o cuatro hojas de periódico, rociar con jarabe de azúcar o anestesiar con nitrato amónico. Las abejas pecoreadoras de una colmena desplazada o suprimida no se pierden; entran en las colonias vecinas, donde son aceptadas.

Resulta cómodo y ventajoso suprimir colonias defectuosas o en exceso durante la trashumancia. Una vez instaladas en el nuevo emplazamiento, como un campo de lavanda, se traen las colmenas a suprimir y se colocan sobre el techo o al lado de las colmenas sanas, casi tocándose. Una hora después o incluso días más tarde, se reúnen las dos colonias, superponiéndolas por el método del periódico, o incluso sin él ni otras precauciones. Los fondos fijos son muy útiles en este momento. De nuevo, no se debe dejar entrada a la colonia superior. En la recolección, la miel reemplazará la puesta de esta colonia.

Trasvase: Renovación y Adaptación

El trasvase es otra de las tareas de verano en las colmenas que resulta vital, refiriéndonos al paso de abejas, puesta e incluso provisiones de una colmena fija a una colmena de cuadros. Comúnmente, se emplean dos métodos:

• Primer método: Se retira la colmena fija dejando su soporte. Se voltea la colmena fija con la base abierta hacia arriba. Se ahúma o golpea (martilleando una vez por segundo) para que las abejas se trasladen a un caza-enjambres o recipiente provisional. Algunos apicultores comprueban si la reina está en el caza-enjambres colocando este sobre un tejido negro; si hay huevos en diez o quince minutos, la reina está presente. Posteriormente, se desmonta la colmena fija, se ajustan los panales a los bastidores, se sujetan con una liza o alambre, se introducen en la colmena de cuadros, se pasan las abejas y se alimenta. Las lizas roídas se retiran en pedazos, y los alambres, diez o quince días después, cuando los panales estén soldados.

• Segundo método: Se colocan bastidores con cera estampada o estirada en un cuerpo de colmena. Sobre este, se coloca un separador de reinas y luego una entretapa con una abertura ligeramente menor que la base de la colmena fija. Se sacan las abejas de la colmena fija (como en el primer método). Se coloca la colmena fija, con puesta y provisiones, sobre la abertura de la entretapa, sellando la piquera de la colmena fija y cualquier intersticio con escayola o mastic. Las abejas penetrarán en la colmena de cuadros por la tabla de vuelo, la reina quedará en la colmena de cuadros, retenida por el separador. Después del nacimiento de toda la cría de la colmena fija (unos veinticinco días), se retiran la colmena fija, la entretapa y el separador de reinas. Se cierra la colmena de cuadros, se sacan las abejas de la colmena fija y se pasan a la colmena de cuadros, y finalmente se desmonta la colmena fija para recolectar la miel que contenga.

Dominar estas tareas de verano en las colmenas es fundamental para cualquier apicultor que aspire a la excelencia. La observación, la anticipación y la intervención oportuna son las claves para asegurar la salud de nuestras abejas y la abundancia de nuestras cosechas. ¿Qué otra tarea consideras indispensable en esta época del año?