Apicultura Exitosa: 11 Consejos Clave + Guía Completa para Principiantes y Expertos

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¡Urgente! Nativas en Peligro: Misteriosa Muerte de Meliponas

 


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Rol Vital de Abejas Nativas Brasileñas y Amenaza del Monocultivo

Las abejas meliponas, especies autóctonas de Brasil, son cruciales para la salud ambiental. Su contribución más significativa es la polinización de una gran variedad de flora, incluyendo numerosos cultivos agrícolas.


La Meliponicultura: Aliada de la Conservación Forestal

La meliponicultura, la práctica de criar abejas sin aguijón, desempeña un papel activo en la conservación de los bosques. Quienes se dedican a esta actividad tienden a proteger y restaurar los ecosistemas donde operan, dado que estas abejas nativas requieren un hábitat saludable para su reproducción y supervivencia. Esto crea un ciclo virtuoso entre la producción de miel y la sostenibilidad ambiental.


Peligros para las Abejas Nativas: Pesticidas y Monocultivo

A pesar de su importancia, las poblaciones de abejas nativas se enfrentan a serias amenazas. La expansión del monocultivo y el uso intensivo de pesticidas en la agricultura están ejerciendo una presión considerable sobre estos polinizadores. Aunque gran parte de la investigación sobre los efectos nocivos de los pesticidas se ha centrado en la abeja europea, Apis mellifera (una especie introducida que domina la apicultura brasileña), los estudios recientes sugieren que las abejas sin aguijón son incluso más vulnerables a estos químicos.


Más Allá de la Abeja Europea: La Riqueza de la Diversidad Apícola

Cuando pensamos en abejas, nuestra mente suele ir directamente a las abejas melíferas (Apis mellifera), el híbrido de especies europeas y africanas que produce casi toda la miel comercial. Sin embargo, la diversidad de abejas en el mundo es inmensa, con aproximadamente 20.000 especies conocidas.

Brasil, en particular, es un santuario para estas criaturas, albergando más de 300 especies de abejas nativas, la gran mayoría de las cuales no tienen aguijón. Esta riqueza convierte a Brasil en el país con la mayor diversidad global de abejas de este tipo.


Reconocimiento Creciente y Potencial Económico

La relevancia de las abejas sin aguijón de Brasil está ganando terreno, especialmente porque numerosos cultivos agrícolas de alto valor económico dependen directamente de su labor polinizadora. La meliponicultura, además de su beneficio ecológico, se perfila como una alternativa de ingresos para las comunidades locales. Jerônimo Villas-Bôas, autor de un manual sobre la meliponicultura en Brasil, señala: «Su apreciación va en aumento. Los lugares que mantuvieron la cultura de la apicultura [de abejas] nativa ahora pueden hacer de esta una alternativa para la generación de ingresos.»

Este reconocimiento se extiende incluso al ámbito culinario. La miel de estas abejas brasileñas ya ha encontrado su camino en la alta cocina, destacando en restaurantes de chefs de renombre como Alex Atala, cuyo establecimiento en São Paulo ha sido galardonado con dos estrellas Michelin.

 


El Legado de las Abejas Brasileñas: Más Allá de la Miel

Los valiosos productos de las abejas de Brasil, como la miel, el propóleo, el polen, la cera y la jalea real, han sido apreciados durante siglos. Ya en 1577, los relatos de Hans Staden, quien convivió con la comunidad tupinambá en la costa del actual estado de São Paulo, documentaban el uso de tres especies de abejas nativas por parte de los indígenas, tanto para usos medicinales como alimenticios. Es probable que se refiriera a la mandaçaia (Melipona quadrifasciata), la mandaguari (Scaptotrigona postica) y la abeja angelita (Tetragonisca angustula).

En una investigación reciente, Raoni da Silva Duarte, doctor en entomología por la Universidad de São Paulo (USP), profundizó en las propiedades de estas mieles. «Para mi tesis doctoral, analicé la miel de tres especies de abejas sin aguijón: jataí, canudo (Scaptotrigona depilis) y borá (Tetragona elongata)», explica Duarte. Sus estudios in vitro revelaron que «estas mieles exhibieron efectos antimicrobianos contra diversos patógenos capaces de causar enfermedades en humanos».

Actualmente, la meliponicultura —la cría de abejas nativas sin aguijón— está experimentando un auge en Brasil. Sus aplicaciones abarcan desde la investigación científica hasta proyectos comunitarios de producción de miel, generando múltiples beneficios. Tal como señala Villas-Bôas, «los meliponicultores buscan activamente zonas con vegetación bien conservada». La práctica de la meliponicultura no solo permite la conservación de las especies de abejas implicadas, sino que también contribuye indirectamente a la protección de otros animales del ecos ecosistema, como aves y mamíferos.

La Crucial Labor de la Polinización: Un Tesoro Incalculable

La polinización es un pilar fundamental para la seguridad alimentaria global. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más del 75% de los cultivos destinados al consumo humano dependen directamente de este proceso vital.

Gran parte de la flora mundial, tanto cultivada como silvestre, confía en la polinización animal. Aunque criaturas como murciélagos, polillas, mariposas, avispas y escarabajos juegan su papel, las abejas son, sin duda, las polinizadoras más destacadas. En Brasil, la Plataforma Brasileña sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (BPBES) ha cuantificado el valor de la polinización para la producción alimentaria del país en aproximadamente 43 mil millones de reales (unos 8 mil millones de USD) anualmente. Esta cifra abarca los beneficios para 44 especies de plantas cultivadas y silvestres.

La Importancia de las Abejas Nativas Brasileñas

En Brasil, ciertas especies de plantas dependen exclusivamente de las abejas nativas sin aguijón. Generosa Sousa Ribeiro, del Departamento de Apicultura de Melipona de la Universidad Estatal del Suroeste de Bahía (UESB), enfatiza su rol: «Son cruciales para la polinización de la vegetación nativa, facilitando la fertilización cruzada y asegurando la diversidad de las especies vegetales». Varias plantas requieren polinizadores autóctonos; por ejemplo, la acerola es polinizada por abejas solitarias del género Centris.

La evidencia es clara: el establecimiento de colonias de abejas sin aguijón en zonas agrícolas mejora significativamente la producción de cultivos como café, canola, guayaba, manzana, maracuyá, pepino y palma aceitera. En el caso de las fresas, la polinización por la abeja iraí (Nannotrigona testaceicornis) minimiza la deformación del fruto, mientras que un estudio revela la trascendencia de la abeja uruçu (Melipona scutellaris) en la polinización de los naranjos.

Juliana Feres, investigadora y cofundadora de Heborá –una plataforma que busca potenciar la producción de miel brasileña por parte de mujeres rurales–, resume: «Cuanto más comprendemos a las abejas sin aguijón brasileñas, más evidente se vuelve su valor».

Además, estas abejas nativas son expertas en un método especializado: la polinización por zumbido. Al posarse en las flores, muchas especies sociales o solitarias vibran sus músculos torácicos, liberando eficientemente el polen, lo cual beneficia enormemente a cultivos como tomates y berenjenas.

A pesar de su relevancia, las especies nativas están infravaloradas. Las abejas europeas (Apis mellifera) suelen ser las preferidas para la producción de miel y la polinización agrícola complementaria, debido a la familiaridad de los agricultores con su manejo y su abundante población. Sin embargo, el Informe Temático sobre Polinización, Polinizadores y Producción de Alimentos en Brasil advierte sobre los peligros de esta generalización: numerosos cultivos requieren polinizadores específicos.


Amenazas Latentes: El Impacto de la Agricultura

Paradójicamente, las abejas nativas sin aguijón, vitales para la actividad agrícola, se ven amenazadas por la misma agricultura. Beto Villas-Bôas señala que «nuestro sistema de producción de alimentos es la principal causa del declive de las abejas». La reducción de plantas nativas destruye su hábitat, y los paisajes agrícolas uniformes no ofrecen la diversidad dietética que estos insectos necesitan. Para agravar la situación, el uso excesivo de pesticidas es un factor devastador.

Cuando los pesticidas no son letales, pueden acortar la vida de las abejas, dificultar su regreso a la colmena, alterar la puesta de huevos de la reina, impedir la comunicación, desorganizar la división del trabajo y paralizar sus alas y patas, entre otros efectos perjudiciales que debilitan o diezman colonias enteras.

«Las poblaciones de meliponas son considerablemente más pequeñas que las de A. mellifera, lo que dificulta su recuperación tras fumigaciones continuas», explica Ribeiro. «En 2017, al analizar muestras de zonas de fumigación masiva, hallamos más de 10 pesticidas mortales para nuestras abejas nativas».

Aunque las abejas europeas son la prioridad en las pruebas agroquímicas de Brasil bajo los protocolos de la OCDE, diversos estudios demuestran que las abejas sin aguijón son más vulnerables a los pesticidas. «Aún tenemos pocos resultados, considerando el grave daño que estos venenos han causado a los polinizadores en décadas recientes», comenta Ribeiro.

Una publicación de 2018 del IBAMA, la agencia de protección ambiental brasileña, solicitó investigaciones más específicas que no se limiten a una sola especie.

Desde entonces, se han realizado importantes avances. Un estudio de 2019 de la Universidad Estadual de São Paulo (UNESP) evaluó el dimetoato, un químico usado como referencia en pruebas de toxicidad. Los resultados fueron alarmantes: la dosis necesaria para eliminar el 50% de una población de larvas de uruçu es 320 veces menor que la requerida para lograr el mismo efecto en larvas de A. mellifera.

También en 2019, una investigación en la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP) reveló que el tiametoxam, un insecticida de uso agrícola extendido, junto con otros tres neonicotinoides, puede inducir cambios de comportamiento en abejas jataí adultas, como la reducción de la velocidad y distancia de vuelo.

Otro artículo de 2016, centrado en S. postica, indicó que el imidacloprid, un ingrediente activo en insecticidas, interfiere con el comportamiento de esta abeja, afectando su capacidad para reconocer alimento y limitando su movilidad en el campo.

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La abeja europea (Apis Mellifera) es común en Brasil. Ya que es una especie generalista, su capacidad para producir miel es alta. Imagen de Thiago Gama Oliveira vía Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)


La persistencia del imidacloprid en muestras de alimentos, detectada por el Programa de Análisis de Residuos de Pesticidas en Alimentos de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) –cuyo último informe es de diciembre de 2019–, subraya la seriedad del problema de los pesticidas en la agricultura y sus efectos nocivos en la salud humana y la polinización.

La pérdida de polinizadores en un ecosistema puede ser irreversible, y no se conoce la posibilidad de una recolonización natural. «Las abejas de Brasil han coevolucionado con su flora nativa durante muchísimo tiempo», explica Duarte. «Cada planta se ha adaptado a los beneficios que ciertas especies aportaban a su reproducción. Paralelamente, las abejas se han adaptado a recursos específicos como el néctar, el polen, los aceites y las resinas. En otras palabras, la flora brasileña y las abejas nativas son intrínsecamente interdependientes«.

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Póster que muestra algunas de las especies de abejas nativas de Brasil. Imagen de la Asociación Brasileña de Estudios de las Abejas

Imagen de portada de jataí-amarela (Tetragonisca angustula), una de las abejas nativas sin aguijón más conocidas de Brasil, por Letícia Smania Donanzan vía Flickr (CC BY 2.0)

Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 1 de junio de 2020.

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